Las Plantas También Sufren - ¿Mito o Realidad?
Todas las personas que dejamos de consumir carne para no colaborar con el sufrimiento animal, hemos tenido que escuchar en más de una oportunidad la trillada frase ¡Pero las plantas también sufren!
Con esta afirmación, las personas que aún consumen carne solo tratan de justificar su actitud, evitando reflexionar seriamente sobre el sufrimiento que padecen los animales por culpa de la industria alimenticia.
Amigos, cuando se dice que las plantas sienten, no se refiere en realidad a que las plantas tienen sentimientos. Ellas no tienen un sistema nervioso central como el de los animales y mucha menos conciencia. Esta es la gran diferencia. Las plantas no tienen cerebro/mente, por lo tanto, no tienen la capacidad de pensar o de sentir (sintiencia), es decir, están en otra categoría diferente a la que estamos los seres sintientes. En pocas palabras, las plantas, al igual que los vegetales y las frutas, carecen de sistema nervioso central, extremidades nerviosas y cerebro.
Es cierto que las plantas tienen la capacidad de captar la vibración de nuestras emociones, pero eso no significa que tienen sentimientos. En realidad, sus átomos solo reaccionan a un estímulo externo, como puede ser hablarles con amor o discutir cerca de ellas. Es una reacción muy parecida a la que obtuvo el científico japonés Masaru Emoto con sus experimentos del agua.
Amigos, las plantas no están conscientes de que están vivas, mientras que los animales sí. Los animales, si saben cuándo van a morir, sufren y sienten al igual que nosotros el dolor. Muchas personas dicen "las plantas también sufren" como una forma rápida de intentar justificar su consumo de carne y en realidad no hacen nada para evitar el sufrimiento de los animales.
Yo me guío por mi corazón, y mi corazón me dice que respete la vida de los animales. Dejé de comer carne por ellos, no por mí. Y lo único que les puedo asegurar es que si mi acto fue por amor a otro ser vivo, nunca tendré algún problema derivado por esa decisión. De esa forma funciona el Universo. El resto son paradigmas de los cuales nos estamos limpiando en esta época de cambio. Siempre existirán estudios "científicos" que digan que comer carne es bueno y otros que digan que dejar de comer carne es malo. Ese tipo de información va dirigido a la parte racional de nuestro cerebro. Pero yo estoy seguro de que cuando pensamos desde el corazón nuestra decisión no puede ser otra que dejar de comer carne.
El que no entienda esto y piense diferente, desde ya le digo que tiene toda la razón. Nuestra realidad siempre estará definida por nuestro nivel de conciencia. Si tu no sientes el llamado para dejar de comer carne en este momento, no te preocupes, más temprano que tarde entenderás que este es el camino que debemos seguir como civilización para lograr un mundo más armónico.
Gracias a todos por formar parte de mi realidad.
Les envío un abrazo energético.
Daniel López de Medrano
Escritor & Conferencista