Las Emociones Atrapadas determinan Nuestra Calidad de vida.

¿Cuántas veces hemos escuchado que todo es energía?, muchas, ¿verdad?. ¿Pero, en nuestro diario, vivir cuantas veces tenemos presente ese principio Universal? Muy pocas, ¿no es así?.


La idea que más nos cuesta acostumbrarnos, es que cuando decimos que todo es energía, también estamos incluidos nosotros. Y no me refiero solo a nuestro espíritu, sino también a nuestro cuerpo físico. La diferencia entre nuestro espíritu y nuestro cuerpo físico es la frecuencia de vibración que poseen sus átomos, pero definitivamente los dos son energía.


Nuestra frecuencia de vibración interna está determinada por nuestras emociones, las cuales fueron generadas por nuestros pensamientos. Por ejemplo, si pensamos que algo es malo, ese pensamiento nos va a generar una emoción que a su vez va a afectarnos en nuestra frecuencia de vibración. 


En líneas generales podemos hablar de dos tipos de emociones. Las emociones de alta frecuencia de vibración, mejor conocidas como positivas y las emociones de baja frecuencia de vibración mejor conocidas como negativas.  La emoción con mayor frecuencia de vibración a la que podemos aspirar los seres humanos, es el Amor Incondicional y la emoción con la frecuencia de vibración más baja a la que podemos llegar es el Miedo. 


A lo largo de nuestra vida nos enfrentamos a diferentes situaciones que están creadas para que nuestra conciencia vaya despertando a su verdadera esencia. Pero lo que sucede muchas veces es que esas situaciones nos generan unas emociones tan fuertes y de baja vibración, que no logramos deshacernos de ellas tan fácilmente y quedan atrapadas, literalmente, en nuestro cuerpo físico. Causándonos luego problemas y enfermedades de diferentes tipos.


Son como bolas de energía que se alojan en alguna parte de nuestro cuerpo físico, ocasionando que esa parte se debilite energéticamente, dándole paso a dolores y enfermedades. De eso se tratan todas nuestras enfermedades, de emociones de baja frecuencia que se quedaron atrapadas en nuestro cuerpo. Sin darnos cuenta acumulamos emociones que nos hacen daño.


Podemos decir que cuando sufrimos algún evento traumático en nuestra vida, esa emoción se puede quedar atrapada, por ejemplo, en nuestra rodilla y con el tiempo terminamos cojeando sin saber por qué. Pero el lado bueno de todo esto es que existe un método para poder liberarte de esos dolores causados por las emociones atrapadas. Y todo el proceso se explica en el libro "El Código de la Emoción", escrito por el doctor norteamericano Bradley Nelson.


El libro llegó a mí por "casualidad", me lo recomendó Elisa Llebry Henríquez (madre de mi socio Juan Santana), y con tan solo leer las primeras páginas, no pude soltarlo. La teoría y la práctica es tan simple de entender y aplicar que inmediatamente toda la información contenida en este libro vibró con mi forma de pensar actual. Este es el tipo de método con el que me identifico, simple, sin dogmas, sin ritos y al alcance de todos.

El doctor nos enseña paso a paso como aplicarnos la terapia nosotros mismos para ir liberando poco a poco todas esas emociones atrapadas que pueden estar acompañándonos desde nuestra infancia. Pero les tengo que ser sincero, por mucho que lo intenté no pude aplicarme la terapia yo mismo. Sin embargo, estaba tan seguro que este método tenía que funcionar, que inmediatamente me puse a buscar por todo internet una persona que impartiera la terapia. Finalmente, logré encontrar una terapeuta que cumplía con el requisito más importante para mí: que hablara español. A pesar de que ella vive en España y yo estoy en USA, eso no fue ningún obstáculo para realizar la terapia, ya que el método se puede realizar en forma remota.


Llego el día pautado y nos conectamos por Skype. Desde un principio le dejé claro que mis verdaderas intenciones era experimentar la terapia para luego escribir un artículo en mi blog narrando mi experiencia. Ella estuvo de acuerdo e inmediatamente me preguntó si tenía alguna enfermedad, dolor o situación que quisiera tratar con la terapia. Y le dije, sí, que tenía un dolor en el tobillo izquierdo, el cual no me dejaba caminar bien.


Me gustaría aclararles a todos ustedes, que ese dolor al que me refiero surgió por primera vez a mediados del 2010. El dolor era tan grande al caminar que muchas veces tenía que usar silla de ruedas. En esa época me traté con un quiropráctico por varias semanas y como no mejoré nada con la terapia, me mando a un especialista de tobillo. Este especialista llegó a la conclusión que debería usar un botín especial para mantener inmóvil el pie, justo después de la rodilla, y que tendría que usar muletas por un año y medio. Y como si fuera poco, me tendría que inyectar todas las semanas. Después de darme su sentencia, porque eso no se puede llamar diagnóstico, me preguntó: "¿Cuándo empezamos?", yo le respondí. "Yo lo llamo para avisarle Doctor". Y hasta el Sol de hoy, debe estar esperando mi llamada.


Esa imagen de una persona caminando con muletas y con un botín hasta la rodilla no era compatible conmigo. Después de reflexionar la situación por unos días, me vino la brillante idea de usar zapatos deportivos que reforzaran el tobillo, al estilo de los que usan los jugadores de baloncesto. A las dos semanas de estar usándolos pude observar como el dolor iba disminuyendo.


Gracias a esa idea, logré mantenerme de pie por más de 5 horas en todas las conferencias que dicte en el 2011 y 2012. Pero más nunca pude usar zapatos bajos.


Aclarado este punto, regreso al relato de la terapia. Cuando comencé la sesión, me estaba doliendo el tobillo desde hace una semana, tenía un dolor de nivel 6, en la escala de 0 al 10. Siendo el 0 sin dolor y 10 mucho dolor. Para mi sorpresa el dolor disminuía en forma automática cada vez que la terapeuta me iba liberando una a una las emociones atrapadas que tenía en mi tobillo.


Para cuando terminamos la sesión, 30 min después, el dolor era casi de nivel 0. No lo podía creer, el efecto con esta terapia es casi automático. Y sin necesidad del contacto físico. A las pocas semanas logré usar nuevamente zapatos normales. Algo que no hacía desde hace 4 años. Actualmente, hago ejercicio en la caminadora del gimnasio, sin que el tobillo me moleste.


Las siguientes semanas entró a terapia mi madre y se le mejoró en forma notable un dolor de rodilla que tenía hace 10 años, también entro una prima que tenía un dolor muy fuerte desde hace tres días y desapareció al instante. Y eso no fue todo. Un seguidor de mi muro de Facebook, que estaba pasando por una depresión muy grande, le recomendé la terapia y en tan solo 3 días se pudo observar como cambió su estado de ánimo. Hoy en día está superfeliz de la vida. 


Todas las personas que siguen mis publicaciones desde hace años saben que si no estuviera tan seguro como lo estoy que esta terapia realmente es efectiva, no la estaría recomendando.


A continuación les voy a dejar el link del libro digital en español. Y me gustaría aclarar que no es una copia pirata, es un regalo del mismo doctor Nelson.  Les recomiendo que lo lean para que puedan entender más de que se trata este método. Hagan pruebas y es posible que ustedes si logren aplicarse la terapia. El doctor aclara en todo momento que no hace falta usar una terapista, que ustedes mismos lo pueden hacer.


Próximamente, realizaré una entrevista a Estela Davila (la terapista que me trató), y será publicada en mi canal de YouTube. Pero me gustaría que ustedes me escriban sus dudas después de leer el libro, para que ella las pueda aclarar en el video.


Gracias a todos por formar parte de mi realidad.

Les envío un abrazo energético.

Daniel López de Medrano

Escritor & Conferencista


LINK PARA DESCARGAR EL LIBRO:

http://api.ning.com/files/IdoxXy7GPNgoH3yyU4L9X-HPC1pzLDJ5jAl5vWMLvyPCHpm59KVHeP5t85dyXVz8h21kqyv8GbJKFVsDibOrxLF2XAqFg*

Cx/ElCdigodelaEmocin135BradleyNelsonCmoliberartusemocionesatrapadas11.pdf