Reflexiones

Reflexión del Día del Amor y la Amistad.

Cuando hablamos del Día de los Enamorados, es inevitable pensar en el amor romántico y las muestras de cariño entre parejas. Sin embargo, es importante conocer la historia detrás de esta celebración y cómo ha evolucionado hasta convertirse en el Día del Amor y la Amistad.


Esta festividad tiene sus raíces en la antigua Roma, donde se celebraba el festival de Lupercalia en honor a la fertilidad y el amor. Durante esta festividad, se realizaban rituales para asegurar la buena suerte en los campos y la fertilidad de las mujeres. Sin embargo, con el tiempo, esta celebración fue reemplazada por el cristianismo y se le dio un nuevo significado.


En el siglo III, el emperador Claudio II prohibió los matrimonios entre jóvenes soldados, ya que creía que los hombres solteros rendían mejor en el campo de batalla. Pero un sacerdote llamado Valentín desafió esta orden y siguió casando parejas en secreto. Cuando fue descubierto, fue sentenciado a muerte, pero antes de ser ejecutado, envió una carta de amor a la hija del carcelero, firmada con la frase "De tu Valentín". Así nació la tradición de enviar cartas y mensajes de amor en este día.


Con el paso del tiempo, esta celebración evolucionó hacia un enfoque más amplio del amor y la amistad. Se reconoció que el amor no se limita únicamente a las parejas románticas, sino que abarca todos los tipos de relaciones significativas en nuestras vidas.


Reflexionemos sobre el Día del Amor y la Amistad en nuestra sociedad actual. Lo que alguna vez fue una celebración significativa, llena de amor y aprecio genuino, ha sido desvirtuada por el consumismo desenfrenado. Nos han convencido de que mostrar nuestro amor y amistad a través de regalos materiales es la única forma válida de expresión. Pero, ¿dónde quedó la esencia de esta celebración?


Ahora vemos claramente cómo el comercio ha aprovechado esta festividad para aumentar sus ventas, sin importarles si realmente estamos conectando con nuestros seres queridos. Se ha convertido en una excusa más para gastar, sin reflexionar sobre el verdadero valor del amor y la amistad.


Es momento de limpiar y ordenar nuestras ideas sobre esta celebración. Debemos liberarnos del consumismo excesivo y volver a la esencia original. Es hora de reconocer que los regalos materiales no definen nuestro amor ni nuestra amistad, sino los gestos sinceros y las palabras llenas de cariño.


En esta celebración del Día del Amor y la Amistad, te invito a reflexionar sobre el papel que el consumismo ha tomado en nuestra sociedad. No permitamos que nos arrastre hacia la superficialidad y la falta de conexión genuina. El verdadero regalo está en el tiempo y la atención que dedicamos a nuestros seres queridos.


Gracias por leer este artículo y recuerda,

el futuro que deseas ya existe y está esperando por ti.


Te mando un abrazo virtual cargado de buena energía.

Daniel López de Medrano

Escritor, Conferencista & Podcaster